domingo, 4 de octubre de 2009

La reina vampira - Karmela

La Reina -Vampira

En el principio de todo, cuando solo existía oscuridad y bruma, habitó estas tierras un caballero descendiente de lobos, su nombre era Rodia.
Edifico su castillo con tesón y sacrificio, pero su alma estaba inquieta, era muy desdichado. Todas las noches subia a la almena mas alta de su castillo para aullar a la Luna, estaba irremediablemente enamorado de ella.

En otro extremo del vasto territorio que abarcaba el pais de Laurendoin, habitaba en sus castillos una terrible y poderosa soberana, la reina vampira, que se alimentaba de la sangre y los sentimientos de los incautos humanos que se atrevían a adentrarse en su reino, atraídos por su inhumana belleza.
Vaniah, este era su nombre, escondía un oscuro secreto, su alma y su corazon se tiñeron de desesperación cuando el soberano Arnaldo el Terrible se adueñó de ellos y los destruyó a su antojo transformando su amor en impasibilidad.

Atraído por las extrañas historias que recorrían el pais sobre aquella insaciable y despiadada Reina, Rodia encaminó sus pasos hacia su reino, en pos de aventuras que pudieran distraer su alma.

Se adentró en las profundidades del abismo luchando a muerte contra monstruos y dragones, vadeó pantanos inmundos y putrefactos, escaló la mas escarpadas y heladas cumbres del pais, anhelando ver a la cruel reina y aullando cada noche a la inalcanzable Luna.

Mientras tanto Vaniah, en su imparable sed de venganza contra el resto de los mortales, convocó a todos los caballeros del pais con el fin de buscar esposo, pero el verdadero fin de dicha convocatoria era darse un festin de sangre cada noche.

Cuando Rodia llegó al reino de Vaniah, sintio la desesperacion que allí moraba, las tierras eran estériles y los pobladores enjutos y tristes. La reina era cruel y despiadada y no se preocupaba por sus súbditos, tan solo sus soldados estaban bien alimentados para poder extender su reino de terror por doquier.

Cada dia se presentaban caballeros en el castillo y Vaniah elegía entre ellos a su víctima de aquella noche, hasta que Rodia se presentó ante ella, quedó fascinada por su gallardia y su ingenio y Rodia supo ver que en su pecho solo anidaba un pozo oscuro de desesperación y venganza y se conmovió hasta lo mas hondo, deseando hacerla sentir viva y protegida.

A partir de ese momento la reina empezó a cambiar, esa noche no hubo festín, ni la siguiente, en el agujero que habitaba en su pecho comenzó a surgir una diminuta semilla, caliente y hermosa, comenzo a resurgir su corazón y su alma y Rodia empezó a olvidarse de la Luna y centró toda su atención en la hermosa mujer que tenía delante de sus ojos.

Poco a poco su amor se hizo patente y las tierras de aquel reino germinaron a la vez que la reina. Y un día se anunciaron los esponsales entre Rodia y Vaniah.

Pero esta no es una historia feliz, ya que el enlace llegó a los oídos de Arnaldo, que no iba a consentir que Vaniah fuera feliz.

El dia del enlace se presentó en el reino y retó a los enamorados a una lucha a muerte para conquistar sus reinos. Vaniah no podía consentir que su amado sucumbiera a manos Arnaldo y sin mediar palabra se fue hacia el con un puñal escondido en la espalda, atrajo hacia su pecho la hoja de la espada de Arnaldo y según se clavaba en su corazón le asestó a su vez una puñalada mortal en el suyo.

Quedaron los dos muertos al instante y fue tanto el dolor que traspasó el alma y el corazón de Rodia que se transformó en un gigantesco lobo.

Y aun hoy, según cuenta la leyenda, Rodia recorre Laurendoin, errante, aullando cada noche a la Luna desde donde le sonrie el rostro de su amada Vaniah.

Este relato ha recibido un premio en el foro del juego online de "Los Khanes" http://forum.khanwars.es/

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